"Antes incluso de que acabara la guerra, y en medio del desamparao en que me encontraba, decidí comoponer música. [...] Al mismo tiempo, leía a Platón. Me convertí en marxista partiendo de él. los libros de Marx no me parecían muy bien escritos, pero representaban para mí la única busqueda más o menos actual hacia la recuperación de la armonía del hombre, de la armonía del hombre y la naturaleza juntos. En todo caso, Marx me aportó el sentido de la contradicción, verdadero motor del espíritu y del mundo, hasta el punto de que, a mis ojos, el pecado mortal del marxismo, si me atrevo a decirlo, consiste en creer que un día exista una sociedad donde las contradicciones hayan desaparecido"
Iannis Xenakis 1980
Boceto autobiográfico
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