-Tiqqun. Es otro nombre de ese devenir-práctico del mundo, el proceso de revelación de toda cosa como práctica, esto es, en la significación inmanente de sus límites. El Tiqqun es que cada acto, cada conducta, cada enunciado, en tanto acontecimiento dotado de sentido, se inscriba por sí mismo en su metafísica propia, en su comunidad, en su partido. Tiqqun es la redención, la restauración de la unidad de sentido y vida. Es el devenir-real del mundo, el proceso de revelación de toda cosa como práctica: porque es, es verdadera, así, como ella es. Es la acción de devolver a cada hecho su propio cómo, de tomarlo incluso como únicamente real. El Bloom forma parte del Tiqqun, que abre una temporalidad interior a la historia y permite una reparación mesiánica de todas las cosas. Tal inversión de la finitud supone el encuentro con una crisis que recapitula el tiempo y lo abrevia en un ahora.
Días 16, 17, 18, 23, 24, 25, 26 de febrero y 2 de marzo. A partir de las 19.00h
Librería Traficantes de sueños
No hay comentarios:
Publicar un comentario