lunes, 12 de enero de 2009

Franco nunca muere

"Franco, en su agonía, evidenciaría la entrada en un tercer momento en el orden del mudo, un nuevo nomos si adoptamos el vocabulario propuesto por Carl Schmitt. Evidenciaría un momento de cambio paradigmático de orden global empujado por una expansión capitalista que ya no es de corte industrial sino postindustrial y que afectan tanto al estado como al ciudadano. La muerte-en-vida de Franco parece señalar tanto a un fin que apunta a la erosión del Estado-nación, como el inicio de un Estado neo-imperial globalizado y tecnológico que habita en un ámbito posnarrativo. La figura agónica de Franco como icono de un estado virtual por venir. Modelo casi cibernético, el cuerpo vivo-muerto del caudillo se ofrece como vía transitiva del capital en su paso hacia su tercer estado de desarrollo. Franco en La Paz como figura emblemática de un estado global de transición entre la modernidad y su más allá, y que en último término anuncia siniestramente una posible vía entre la secularización y la re-confesionalización, entre la pre-industrialización y la post-industrialización. Pensada y leída como parte de un proceso global, la muerte de Franco no se produce como narración de trazado lineal, ni tampoco como un sitio de la memoria ubicado dentro de parámetros de tres dimensiones, característico de la modernidad. La figura-cyborg de Franco se produce ya en la cuarta dimensión de lo virtual, ante la mirada escópica del ojo cibernético, en el espacio sin fondo del paradigma virtual de la posmodernidad. Su cuerpo decrépito y agonizante, insertado a la maquinaria tecnológica que le mantuvo artificialmente en vida durante sus últimos días, es la imagen espectral-virtual de lo Real en el sentido lacaniano. Un Real que, muy apropiadamente si tenemos en cuenta la rotura en mil fragmentos de la España unificada, monolingüe, católica y sin partidos cuidada y preservada por la ideología del Movimiento en el franquismo, se especula y se refleja en el cuerpo de Franco ahora partido y dividido en una multitud de partes vitales, cada una insertada electrónicamente a un máquina-dios que le/las mantiene en vida."
Teresa M. Vilarós
Banalidad y biopolítica: La transición española y el nuevo orden del mundo.
en
Desacuerdos

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