”Sólo Dios lo ve todo”
Muy cierto, y yo me quiero acercar a Él"
The man with the x ray eyes o el Hombre del ojos biónicos según su traducción latinoamericana . Este título se trata de un modesto largometraje de apenas 80 minutos encerrado en el género del terror, de científicos locos que se ríen malvadamente mientras planean dominar el mundo, bellas mujeres rubias, persecuciones a bordo de un Ford por medio del desierto y descabelladas teorías científicas.
Pero como digo está encerrada el género, porque en el film de Corman todos estos tópicos trascienden las apariencias (y nunca mejor dicho). El argumento es sencillo, un oftalmólogo descubre un método radioactivo para ampliar su espectro de visión y lo experimenta en si mismo contra el consejo de todos sus colegas. Lo que le depara ver más que el resto de los hombres, es una caída en picado, una reversión simbólica de su primer objetivo (la medicina) hacia sus orígenes chamánicos primero y religiosos después, hasta encontrarse con la entidad misma de la visibilidad.
Al ampliar su espectro de visión el profesor Xavier comienza a ver las cosas tal cual son, como átomos y luz. La misma luz que hace visibles los cuerpos ante el control del poder supremo. Y de este ojo del control supremo es del que debe esconderse en la oscuridad. Este film contiene el lado supersticioso de la paranoia de la vigilancia. Quizás sin pretenderlo, la película de Corman habla del miedo innato a la vigilancia sobrenatural que nos condenará a todos a las llamas del infierno. El principio básico que liga el panopticismo racional con la moral de todas las éticas y religiones.
El círculo de Bellas Artes, dentro del ciclo de clásicos de Ciencia Ficción programa esta película junto con otros títulos espermos igual de fotónicos.
Aqui una pequeña aportación al tema